En Colombia, el ingreso a la universidad estatal se hace generalmente con base en el puntaje que obtienen los estudiantes en las Pruebas del Estado (ICFES); hoy "Saber 22", en las que los jóvenes de escasos recursos, cuya formación previa es de baja calidad, tienen un desempeño significativamente inferior. En búsqueda de la eliminación de la desilgualdades inmerecidas, la Universidad de Caldas ofrece cupos especiales a los estudiantes de comunidades indígenas, afrocolombianas y a los mejores bachilleres, que en las pruebas han obtenido puntajes insuficientes para ingresar por la vía regular. Tras un análisis comparativo pareado, que incorporó la información de 572 estudiantes de comunidades indígenas, 406 de comunidades afrocolombianas y 283 mejores bachilleres, disponible en la base de datos de la Unidad de Registro Académico de la Universidad de Caldas durante el período 1999-2009, se pudo observar que este tipo de políticas compensatorias funciona de manera exitosa, tanto social como académicamente, con base en variables de procedencia, rendimiento académico, repitencia, deserción y permanencia. Si la formación previa a la universidad es de diferente calidad, la Prueba Saber 11 corre riesgo de convertir el privilegio en mérito y los resultados indican que no es un buen indicador del rendimiento futuro en la universidad. Se sugiere que un programa de medidas compensatorias puede resolver no solo el asunto del acceso sino también el de la permanencia. Llama la atención el comportamiento académico evidentemente superior , en todos los criterios analizados, de aquellos estudiantes que ingresaron gracias a su condición de mejores bachilleres, la mayoría procedente de colegios de provincia. El esfuerzo que hace la Universidad de Caldas por identificarlos y brindarles una oportunidad, se ve gratamente recompensado con el mejoramiento de los indicadores de equidad social y regional, y de eficiencia académica.