Incrementar la eficiencia operativa, reducir los fletes, compromisos ambientales, desarrollar proyectos de impacto social; ampliar el concepto de servicios portuarios y evolucionar hacia la logística de distribución internacional, mientras se estimula la competitividad colombiana en el mercado global... Los retos y responsabilidades que surgieron al asumir la administración del Puerto de Cartagena, en 1993, fueron más allá de modernizar las instalaciones portuarias, y hoy forman parte de una positiva historia.