El discurso de los derechos humanos descansa sobre el marco reflexivo general del humanismo -ya sea renacenneral del humanismo -ya sea renacentesiano. El derecho a ser poseedor de derechos
responde a los principios fundamentales de todos los humanismos ¿¿una manifiesta autorreferencialidad y una -más o menos solapada- instancia superior de valoración¿¿ (Duque, 2010: 12) que permite establecer
la figura del hombre, al que se le adjudican derechos humanos, como referencia de una vida de humanitas como forma de gobierno.