La formación del recurso humano para el campo es casi, o tan importante, como el recurso físico o la tecnología porque este sector reditúa en forma positiva en lo económico, lo social y construcción de la paz. Sin embargo, tan sólo el dos por ciento de los graduados en el país obtienen su título en programas afines y pertinentes para el sector agropecuario, por lo que debemos romper este cuello de botella y ofrecer opciones a los jóvenes que quieran formarse, permanecer en sus regiones y aportar a sus comunidades.