En este ensayo se explora la idea de autoconocimiento y algunas otras asociadas a ella (autoconciencia, autoatribución, autoridad personal). La conjetura central es que la de autoconocimiento es una idea tensa en cuanto que contiene dos exigencias en competencia: el desapego y el involucramiento. La primera pide vernos a nosotros mismos imparcialmente, o al menos como nos vería cualquier otra persona; la segunda, vernos como nunca podría hacerlo cualquier otro. Apelando a modelos y autores de la tradición filosófica moderna y contemporánea, se muestran distintas maneras en las que, al favorecer cualquiera de estas demandas sobre la otra, resulta distorsionado algún aspecto de la subjetividad humana. En las secciones finales, y siguiendo una idea de R. Moran (2001), se sugiere que es posible hacer justicia a ambas demandas si se adopta una perspectiva deliberativa de la autoridad que tienen las personas sobre su propia vida mental.