Este artículo explora los retos que las universidades católicas deben enfrentar en las sociedades post-seculares. En las primera parte explora la cuestión de la relación entre religión y modernidad, argumentando que antes que a la desaparición de la religión, la secualización ha conducido a una transformación del horizonte de comprensión y búsqueda de sentido cuyas dos caracterŽsiticas principales son el carácter pluralista y post-metafísico de la creencia. En la segunda parte se analizan las consecuencias que estas dos características tienen para la tarea de la universidad católica de propiciar el diálogo entre fe, razón y cultura. Finalmente, se sugiere que la situación presente exige que este diálogo se comprenda como una tarea intercultural.