El revisar la teoría de Kohlberg en la óptica de la filosofía moral moderna, conlleva a plantear cuestiones alusivas a la necesidad de coherencia en las reacciones morales de los individuos, buscando para ello un marco de referencia que sirva de trasfondo a sus respuestas, juicios y argumentos. Dirigiendo esta apreciación particularmente a los jóvenes, por ser ellos quienes se encuentran en un momento crítico en la construcción de su identidad. Así, la atención se dirige hacia la necesidad del joven por encontrar nuevos marcos de referencia moral, diferentes a los otorgados por su contexto social y cultural, necesidad que obedece al deseo de vincularse a un grupo de pares para articular desde él un nuevo marco de referencia que le permita dar sentido a sus reacciones morales. Encontrando en la escuela una oportunidad para este fin, puesto que además de ser un espacio para la socialización, se configura como un espacio moral.
