Se presenta un modelo de integración de la multliplicidad de factores que intervienen en la expresión de la conducta, que posibilita considerar los avances provenientes de los distintos nivele de su análisis. El aprendizaje es aquí considerado como un instrumento organizador de la función cerebral superior y de los diversos progrmas de conducta. Dicha síntesis surge de consideraciones multliaxiales de evaluación clínica, acordes con paradigmas multideterminados de salud-enfermedad y del empleo de programas de modificación de conducta con base en las particularidades neuropsicológicas y procesales de la función cerebral. Se exponen algunos lineamientos clínicos que se desprenden de dichas consideraciones, hacinedo finalmente un presentación de casos.