Tratando de determinar los problemas sociales y de salud pública causados por el uso indebido de drogas, el Comité de Expertos de la OMS en farmacodependencia, en su 16a. reunión, declaraba que: "El uso o la dependencia de la droga no plantean un problema de salud pública si se supone o se tiene la certeza de que los casos son esporádicos o poco frecuentes en la población, si es escaso el riesgo de difusión a otras personas y si los efectos nocivos parecen limitarse, o de hecho se limitan al usuario... En cambio, si la farmacodepedencia origina modificaciones del comportamiento u otras reacciones que influyen negativamente en las relaciones personales del usuario, si se provocan consecuencias físicas, sociales o económicas desfavorables tanto en éste como en otras personas, y si el fenómeno está realmente extendido en la población o amenaza extenderse, en este caso puede afirmarse que existe un problema de salud pública" (OMS, 1978)