Este artículo propone la tesis de que la salud de las mujeres no necesariamente se afecta de manera negativa como consecuencia del desempeño de múltiples roles. Para sustentar esta tesis se afirma que el público en general, pero también varios investigadores han trabajado a partir de una deficiente comprensión de lo que significa el concepto estrés y de supuestos erróneos acerca de las diferencias que existen entre los géneros. Estas ideas han caracterizado algunos estudios que se han hecho acerca de la relación entre el desempeño de uno o varios roles y la salud de hombres y mujeres, llevando a conclusiones erróneas sobre esta problemática. Adicionalmente se presentan los resultados de varios estudios, tanto con hombres como con mujeres, que indican que los múltiples roles pueden ser favorecer o dañar la salud, tanto de hombres como de mujeres. Finalmente, se señalan algunas condiciones de las cuales pueden depender los efectos positivos o negativos del desempeño de los roles.