La detección de fraudes ha sido uno de los temas en que muchas compañías del sector financiero han invertido más tiempo con el fin de mitigarlo y de esta forma mantenerse a salvo; sin embargo, encontrar patrones dentro de las metodologías empleadas para cometer fraudes en entidades bancarias es un trabajo que involucra ante todo conocer muy bien el comportamiento del individuo, con la idea de finalmente hallar dentro de todas sus transacciones aquellas que no corresponderían a lo que habitualmente éste hace. De esta forma, las soluciones planteadas hasta la fecha, para este problema se han trasladado únicamente a poder identificar outliers o datos atípicos dentro de la muestra que está analizando, lo cual no permite analizar cada individuo de manera individual y mucho menos analizar un pronóstico de fraudes.
