El artículo parte de considerar la internacionalización como el resultado de un proceso sistemático, comprometido, con sentido propio y en doble vía. La argumentación de la autora se orienta hacia la creación de un marco referencial para una posible modificación de la Ley 30 de 1992, aclarando que el análisis y debate deberá abarcar toda la educación superior, y asumir la internacionalización desde sus modos y procesos, e incluirla como una de las líneas estratégicas del plan educativo de las instituciones de educación superiror en Colombia, con sus consecuencias y compromisos.