Los movimientos migratorios han crecido espectacularmente durante los últimos años y la escuela en nuestro país se ha visto afectada por los cambios demográficos ocurridos durante la última década. Una gran parte del alumnado presente en las aulas de nuestro sistema educativo está escolarizado en programas de cambio de lengua del hogar a la escuela que no cumplen los requisitos de la inmersión lingüística. Dada la gran diversidad de lenguas existentes, el sistema educativo no se puede organizar según los parámetros de la educación bilingüe. Esto no significa que dicho alumnado esté condenado al fracaso escolar. Desde la práctica educativa y la modificación de la organización escolar existen soluciones para que todo el alumnado progrese a lo largo de la enseñanza obligatoria. El artículo analiza las condiciones implicadas en una práctica educativa que facilite el aprendizaje de la lengua de la escuela. Asimismo, sugerimos algunos criterios para la evaluación de este alumnado.