Nadie cuestiona la importancia de la relación entre la familia y la escuela en los primeros años, relaciona que es tanto más importante cuando más pequeños son los niños o las niñas. Entre otras muchas razones, el derecho de las familias a conocer qué educación se está ofreciendo a sus hijos, la necesidad de que el niño no viva contextos disonantes o enfrentados, y sobre todo, el hecho de compartir la educación de unos mismos infantes para potenciar al máximo esta relación.