La tecnología de energía inalámbrica está en auge; en los últimos años ha aumentado la oferta de solucines posventa patentadas para una gran variedad de dispositivos móviles. La industria en su conjunto ha reconocido la necesidad de definir un stándar de energía inalámbrica y ha adoptado 'Qi' (pronunciado Chi) como stándar universal para establecer un protocolo común y la interoperabilidad a través del Wireless Power Consortium (WPC). Estamos empezando a ver la aparición de unas alfombrillas de carga inalámbrica en el mercado, pero debido a su complejo diseño se venden en el comercio al por menor a un precio aproximado de 100 dólares. Por ahora supone un coste desorbitado para los grandes operadores, como AT&T, Verizon y Sprint, y fabricantes de equipos originales (OEM), entre ellos Samsung, LG y Nokia. Su complejidad y el mayor coste resultante de los cargadores inalámbricos hicieron desistir a los operdores y a los OEM de incluir una alfombrilla de carga como accesorio "in-box" estándar. En lugar de ellos, se ha adoptado una estrategia d producto para el mercado posventa, a la alfombrilla de carga se ofrece a un precio que no es muy atractivo para el usuario final. En este artículo se presentan algunas puatas y consejos para los ingenieros que se dediquen a diseñar cargadores inalámbricos conformes al estándar WPC con un precio competivo y una baja complejidad.
