Este artículo trata acerca del hecho de pensar en el fin de nuestra profesión como terapeutas, lo cual podría generar múltiples sensaciones. Tal vez los terapeutas pensemos que nunca podría haber un fin a la psicoterapia porque las personas nunca dejarían de tener problemas o diversas dificultades, y menos pensaríamos que con tantos avances en la ciencia podría llegar a su fin esta rama del conocimiento. Pero es esto precisamente lo que podría ser su fin, pensar que nosotros mismos estamos destinados a curar a las personas, y restarle importancia al elemento decisivo: valorar el simple hecho del encuentro con otra existencia, que siente y sufre como yo, su terapeuta. En esta era donde se busca tecnificar todo, se busca aun tecnificar a la persona misma y se requiere teorizar algo que en sí mismo es movimiento y no puede ser analizado por un sistema. Es por eso que podríamos enfocarnos simplemente en el final de nuestra profesión o reflexionar sobre lo que anda mal y querer sr pioneros de un cambio profundo en nuestra ciencia.
