A lo largo de la Historia del pensamiento filosófico han aparecido dos modos contrapuestos de ver las cosas. Para unos lo valioso y señalado es lo esencial, lo primordial de los aconteceres, aquello que cuenta para todos. Otros pensadores, en cambio, han estimado superior lo que es singular de cada cual valorando la vida, la existencia, que siempre son vida y existencia de éste o de aquel. La existencia en esta segunda forma de ver la filosofía, es el tema preponderante, en la que el hombre como único ser que problematiza su existencia, como su ser, se convierte en enigma cada vez mayor para sí mismo y aumenta la anarquía en su propia vida interior y en general en los problemas o conflictos humanos.
