"Cada hombre que se reeduca, es una generación que se salva". Esta frase identifica la labor pedagógica, desarrollada durante más de cien años por los Religiosos Terciarios Capuchinos de Nuestra Señora de los Dolores quienes, forjando nuevas generaciones, se sienten comprometidos con los jóvenes en problemas, con la noble tarea de conducirlos al camino de la verdad y del bien.