Pretendo en el presente texto realizar un viaje, extenso en el tiempo, pero con unas estaciones precisas, para delinear los rasgos centrales de lo que denomino relatos de identidad sobre América Latina, gestados por conquistadores, funcionarios, escritores, políticos y artistas, a lo largo de más de cinco siglos. De este modo, desde sus específicas coordenadas espacio-temporales y sus universos simbólicos particulares, sus gestores han realizado un decisivo ejercicio de auto-reflexividad, de autoconciencia, creando narrativas que han buscado dar inteligibilidad, a una realidad histórica inédita, que no ha sido el reflejo, o la simple prolongación, en el espacio y en el tiempo, de las sociedades metropolitanas.
