En los últimos años los temas más recurrentes de la filosofía han sido la ética y la política. A ello se suma ahora el de la ecología. Estos problemas se han considerado por muchos, como consecuencias del progreso científico técnico, el cual ha desplazado el interés originario de todo saber: reunir, religar al individuo con la comunidad (ética y política) y con la naturaleza (ecología) y con el todo posible de la experiencia.