Se estudian las decisiones políticas tomadas en los primeros tiempos del franquismo respecto a los libros escolares destinados a la enseñanza primaria. El análisis de la legislación vigente entonces y de su correspondiente documentación administrativa, en un momento de especial significación para la escuela - el final de la Guerra Civil española -, manifiestan claramente la intención inicial del Gobierno de elaborar unos libros de texto únicos. Tal intención despierta el malestar de autores y editores que presionan al Estado porque desean conservar sus propias producciones. La Administración recibe esas quejas y crea un organismo - la Comisión dictaminadora de los libros de texto que se han de usar en las escuelas nacionales - para controlar las publicaciones no estatales