La calidad es un proceso que se ve afectado por la intervención del factor humano. Los sistemas de gestión, dependen en sus resultados de la intervención de las personas, por lo tanto, las actitudes que se deben favorecer dentro de las organizaciones, deben estar alineadas a gestionar el crecimiento personal y el análisis de nuestros desempeños. Es por ello que, dentro de la implementación de nuestros proyectos, el enfoque más importante radica en considerar que mejores personas, hacen mejores organizaciones.