Una de las temáticas que mayor discusión ha suscitado en América Latina es la de la "evolución de la calidad de la educación básica", es decir, la referida a la aplicación anual de pruebas lideradas por los Ministerios de educación. El consenso surgido de las discusiones durante toda una década, ha recalado en la debilidad del impacto social y pedagógico de los programas de evolución externa y el uso arbitrario de los resultados, orientados hacia la clasificación de las regiones y de las escuelas.