La modernidad contingente es el resultado de la modernidad ilustrada e industrializada, de allí que la contingencia devenga en riesgo y se instale como condición de posibilidad contemporánea. El riesgo aparece entonces como un constructo social e histórico que permea todos los ámbitos de la cultura occidental, entre ellos el de la educación, el cual debe ser deconstruido desde la emergencia de la incertidumbre que produce la catástrofe del ideal moderno. En este orden de ideas, el presente texto indaga sobre las nuevas condiciones de oportunidad de la escuela en el contexto post-desastre y los riesgos del futuro devenir educativo.