Las explicaciones del desarrollo cognitivo han descrito generalmente al niño como un científico independiente, quien recoge datos de primera mano y forma teorías sobre el mundo natural. Yo argumento que esta metáfora es inapropiada para dar cuenta del aprendizaje cultural de los niños. En dicho dominio, los niños actúan más bien como antropólogos que atienden a, colaboran con, y aprenden de los miembros de su cultura. Describo varias estrategias que los niños usan para dicho aprendizaje cultural. Los niños creen en el testimonio de otras personas respecto a fenómenos invisibles; formulan repetidamente preguntas a sus cuidadores; reconocen las demostraciones e ideas de otras personas; y seleccionan a informantes que parecen ser representantes fiables de su cultura.