En el décimo primer congreso de la Federación Colombiana de Educadores, realizado en Neiva, que tuve el honor de presidir, se acordó, después de evaluar los resultados de la táctica adoptada en las épocas anteriores de lucha contra las imposiciones del régimen vigente en materia de educación, derechos profesionales, laborales, prestacionales, salariales y sindicales; optar por un nuevo rumbo en nuestra plataforma de acción que permitirá entre otros aspectos, lograr reivindicaciones importantes para la educación pública y los derechos de los educadores, tan duramente pisoteados por los gobiernos de turno.