El artículo muestra cómo el actual discurso oficial sobre las transformaciones que requiere la educación superior pública en Colombia no es sostenible y se torna incluso contradictorio. Asimismo, sustenta que de sostenerse tal lógica ¿mercantil¿, las universidades serán cada vez más desiguales y se estratificarán, haciendo que la mayoría de ellas pierda su objetivo de contribuir al desarrollo socio-económico del país y de ser el horizonte crítico que las sociedades necesitan.