En este ensayo se acude a la ontogénesis de los procesos psicológicos, con el propósito de iluminar la reflexión respecto de la unidad trinitaria bio-psico-social del individuo humano. Para ello se articulan diferentes perspectivas teóricas, cuyo estudio del desarrollo, en particular del desarrollo temprano, aporta información significativa en relación con el surgimiento de ¿lo psicológico¿, a partir de ¿lo biológico¿, gracias a ¿lo social¿. Se llega a un punto nodal al reconocer a la emoción como punto de arranque de la interacción y por tanto, como núcleo de la articulación de lo biológico con lo psicológico y con lo social y como motor de la evolución.