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Título Artículo La economía del estado estacionario: ¿El único camino hacia un futuro sostenible?Artículo de Revista
Parte de Apuntes del CENES
Vol.27.N°.46(2008)
Pagina(s) 71-124
Autor(es) Kerschner, Christian (Autor)
Idioma Español;
Materia(s) Crecimiento económico;
Nota(s) Autores: Christian Kerschner.
Resumen Los economistas ecológicos dicen que el desarrollo sostenible solo puede alcanzarse mediante un drástico cambio en nuestro sistema económico basado en el crecimiento. El crecimiento económico continuo siendo el objetivo de cualquier gobierno, es inherentemente incompatible con el desarrollo sostenible, a menos que el desarrollo sostenible sea definido de forma ¿débil; es decir aceptando sustituibilidad entre el capital producido por el hombre y el capital natural. Esto ya se lleva actualmente a cabo por la teoría económica neoclásica, las raíces de la cual se encuentran en el concepto de valor; análogo al principio de conservación de la mecánica clásica. Algunos autores esgrimen que es este concepto de valor, combinado con la panacea del progreso tecnológico, lo que permite a la teoría económica neoclásica creer en un crecimiento económico ilimitado. No solo el crecimiento económico continuo es físicamente imposible dadas las interpretaciones de Georgescu Roegen al respecto de las leyes de la termodinámica, sino también indeseable. Varios estudios cálculos del Índice de Bienestar Económico Sostenible sugieren que el actual bienestar de la sociedad humana no está aumentando, sino de hecho está disminuyendo a medida que aumenta todavía más el crecimiento económico. La alternativa al crecimiento y al decrecimiento es el estado estacionario. La mayor parte de los economistas clásicos reconocen la existencia de un estado estacionario, incluyendo Adam Smith, Thomas Malthus, Karl Marx y John Stuart Mill. Todos ellos tenían sus ideas al respecto de este estado; unos lo igualaban con el desastre, otros lo glorificaban. Sin embargo, la mayoría tenían una visión positivista al respecto. Hernán Daly apoya la visión de Mill de un estado estacionario positivo p.ej.: inevitable, pero también normativo. Él cree que la humanidad debería aproximarse a una economía en estado estacionario (EEE) antes de verse forzada a ello. Daly ofrece un marco político teórico simple que puede usarse para tal meta. Se necesitan tres instituciones para estabilizar el sistema en un nivel constante. La primera estaría al cargo de estabilizar la población mundial, cosa que es inevitable. La segunda institución introduciría cuotas de recolección, que serían subastadas por el gobierno, con el objetivo de reducir la utilización de materiales y energía. Finalmente, una institución distribuidora debería asegurar la justicia social mediante la introducción de límites máximos y mínimos a las rentas. Obviamente este es un concepto muy controvertido y ha sido mayormente ignorado por los académicos o descartado por utópico. Robert Ayres argumenta que dada suficiente energía, la cual puede ser generada encontrando nuevas maneras de capturar los abundantes rayos solares, casi cualquier cosa puede ser reciclada, permitiendo incluso más crecimiento económico. Hay diversos defectos en las ideas de Daly y hay cuestiones que deberían ser discutidas. Un aspecto importante es si el funcionamiento del capitalismo puede ser mantenido en un estado estacionario. Mill, Marx, Schumpeter y Keynes, implícitamente asumieron que una economía en estado estacionario equivaldría al socialismo. A pesar de esas carencias en el concepto de EEE de Daly, estas no justifican un rechazo a su enfoque y al estado estacionario como tal, sino que debería estimular el desarrollo de otros conceptos o sugerencias para su mejora. El discurso de la sostenibilidad no puede y no debe ignorar el concepto de estado estacionario.