Se desarrolla el concepto de "marcha país" mediante la teorización crítica de la cultura como asunto transversal de las actividades sociales y económicas en los países de la era de la globalización (apócope de los efectos de la globalización en lo local), o época de los acuerdos sociales a través de la relación negociada entre lo local y lo global en donde el soporte o eje es la cultura. La marca país como variable estratégica se convierte en asunto de las políticas y las prácticas de administración, clave de competitividad perdurable. Ilustra la importancia de la cultura y su dinámica en la construcción del PIB de las naciones. Propone la integración de la administración y la cultura como factor de diferenciación y permanencia social y económica.