Aceptar que la crisis económica por la que atraviesa América Latina, es resultado del Déficit Fiscal, significa estar de acuerdo con quienes promueven los ajustes económicos al sector público, y abogan por el desmonte del Estado. Sin embargo, aquí se va a firmar que es la lógica del capital financiero privado la que ha generado la inestabilidad financiera de la región, de donde se deriva la conclusión de que los costos del ajuste los debe pagar dicho capital. Existe una preeminencia del capital financiero especulativo desde comienzos de la década del 70, lo cual llevó a que la lógica de la acumulación de capital ya no sea regida por las necesidades de la producción sino por las de la especulación. Ese cambio en el modo de acumulación a nivel mundial es lo que ha llevado a una redefinición de los paradigmas. El capital financiero especulativo necesita nuevas formas de regulación económica y requiere una reestructuración del Estado y de la política pública, en función de sus intereses. Es allí en donde se originan políticas tales como privatización descentralización, subsidio a la demanda, focalización del gasto, generalización del IVA y ajuste fiscal.
