El título alude a la reciente moda de utilizar el concepto ¿educación a lo largo de la vida¿ en todos los documentos de la Unión Europea, como si de algo nuevo se tratara. En los años 70, en el marco de la UNESCO y del Consejo de Europa, varias iniciativas y propuestas desarrollaron con vigor la idea de la educación permanente, como principio inspirador del cambio de los sistemas educativos, que parecía ya entonces inaplazable para superar la disociación entre la escuela y la vida actual en todas sus dimensiones. Entre los siglos XVIII y la primera década del XX los reformadores educativos españoles de todo signo hicieron de la continuidad educativa una de las claves del cambio, pero las reformas ambicionadas no cuajaron o fueron efímeras. Las dos grandes leyes de la reforma de la educación en España (1970 y 1989) también declararon inspirarse en los principios de la educación permanent e. Sin embargo, las reformas no han hecho, en la práctica, sino añadir nuevas discontinuidades entre los niveles y las modalidades educativas y entre la educación adquirida y las necesidades de las personas para vivir y trabajar hoy. Otra lectura de la LOGSE permitiría, sin nuevas leyes, retomar el cambio educativo en la línea del aprendizaje significativo y útil a lo largo de la vida.