El curso del pensamiento de los intelectuales para llevar la contabilidad hasta una condición superior del conocimiento humano fue arduo y extenso. Hoy, como ciencia, rica en doctrinas, el conocimiento contable se forja su propio destino, valorado por los esfuerzos de grandes escuelas del pensamiento científico, entre las cuales se destaca el neopatrimonialismo.