En el presente artículo se muestran los resultados de una investigación que prueba la relación existente entre el nivel educativo de la población inmigrante y los procesos de inclusión social que experimenta este colectivo. Desde la perspectiva de la aculturación y la adaptación sociocultural y psicológica, las pruebas realizadas demuestran que el nivel educativo alcanzado por los inmigrantes repercute directamente en sus procesos de ajuste, siendo aquellos que poseen un mayor bagaje formativo los que mejores resultados alcanzan en su adaptación a la sociedad de acogida y los que mantienen una mejor interacción social con los autóctonos.