Se examina, desde una reflexión pedagógico-política, la cotidianidad de la convivencia en un colegio del Distrito Capital. A partir de un relato de uno de los tantos episodios que afloran en el día a día entre los educandos, precede de un análisis respeto al contexto político, social y familiar en que se desenvuelven los acontecimientos, y prosigue con la invitación a docentes, directivos docentes y mortales en general a comprender esta endemia social desde un tratado sobre la convivencia, la psicología y la pedagogía. Se colige que los Ambientes Pedagógicos Básicos y Ambientes Pedagógicos Complementarios, componentes fundamentales del Derecho a la educación, son pilares determinantes de la calidad de vida y de educación, incidiendo notoriamente en salud física y mental de los educadores y escolares.