Un concepto central del pueblo de Dios en el Antiguo Testamento lo constituye la palabra alianza. Concepto que más allá de la definición clásica de pacto, se convierte en una realidad que inspira la vida de cada pueblo y persona. En este sentido, la alianza se presenta como fuente de vida que necesita ser renovada en cada generación, recordaba cada día y celebrada por el pueblo. La alianza es una obligación que se convierte en un principio ético que orienta la relación con el hermano y la propia vida, ella concreta y realiza los principios fundamentales de la defensa de la vida en términos de dignidad, justicia y equidad. Por ello, es la realidad constitutiva de Israel, el fundamento de su identidad, la base para el diálogo con los otros pueblos. Por esto, las tres codificaciones principales de la Biblia: el código de la alianza (EX 19-24); el Código de santidad (LV 17-26) el Código deuteronómico (Dt 5-28) buscan actualizar los principios fundamentales de la alianza tendientes a preservar la vida en todas sus manifestaciones.
