El artículo se aproxima a una de las tesis de Charles Taylor en su tarea de describir y descifrar la génesis de la identidad moderna: aquella que indaga las relaciones entre la identidad colectiva y la individual. La idea moderna de ser o tener un yo, conduce a su vez a la noción de una interioridad. Sin embargo, se trata de un yo imposible de ser articulado totalmente y solo definible a partir de una urdimbre de interlocución con los otros. Taylor interroga, así, ideales omnipresentes de los que no nos percatamos acerca del bien y la libertad, búsqueda que lo conduce a los lenguajes de trasfondo. Sin negar la individualidad, busca aquello que permanece como valor fundamental en la condición humana, que hace que, en últimas, nuestra perspectiva sea solo una entre las otras. Finalmente, conjugando a Taylor, con el concepto de cultura freudiano, el tenue límite entre Psicología individual y colectiva, se analizan los términos de perplejidad, espanto y efracción, apelando a autores como el etnopsicoanalista T. Nathan y A. Sampson.
