Las lógicas eficientista y de la competitividad que predominan en América Latina imprimen nuevas regulaciones en la esfera de lo educativo, que requieren ser explicadas desde los ámbitos locales para el desarrollo de una política comparada como un cuerpo de conocimiento pertinente a la región. Este artículo aborda las tensiones entre lo universal y lo particular al proponer un análisis de las políticas públicas en el campo de la formación docente, y toma como caso a las escuelas normales y las resignificaciones que se traman alrededor de los cambios que las instancias gubernamentales llevan a cabo con escaso consenso de los implicados. Las reflexiones en este trabajo consideran la articulación de las políticas, las instituciones y los sujetos como eje que recupera las estructuras y la diversidad con la que se manifiesta el poder y la acción pública en las reformas educativas, referentes que ayudan a repensar los constructos teóricos y metodológicos en la conformación de este cuerpo de conocimiento.
