Las formas de participación popular y democrática establecidas en buena hora en la Constitución de 1991 deben concebirse como instrumentos de la democracia directa para realizar los cambios necesarios en determinadas coyunturas. Pero estos cambios suponen consensos fundamentales. Un destacado constitucionalista italiano, profesor de la Universidad de Módena, Gladio Gemma enseña al respecto: "siendo el referendum una típica técnica decisional que produce vencedores y vencidos, sin ninguna posibilidad de término medio, de composición de las divergencias, corre el riesgo en algunos casos, es decir, según los temas a él sometidos, justamente por la nitidez de las elecciones que impone, de profundizar en lugar de resolver los conflictos (siempre que, por ejemplo, las minorias se consideren insuficientemente protegidas o directamente atropelladas". Por ello, el dilema de "o lo tomas o lo dejas" ab integro ahonda la polarización.
