Hace ya mucho tiempo que se exigían soluciones alternativas al Certificado de Aptitud Pedagógica (CAP) para paliar las múltiples deficiencias y limitaciones de este modelo formativo que, teóricamente, tenía que capacitar al profesorado de Secundaria para ejercer la docencia. Ahora, la alternativa -el llamado Máster de Secundaria- ha entrado en funcionamiento y pueden hacerse las primeras valoraciones. ¿Hasta qué punto ha significado un cambio en profundidad o nace tocada de entrada, bien sea por su punto de partida o por su aplicación? Las perspectivas de análisis, más optimistas o pesimistas, se basan en criterios educativos pero también en su diversa concreción en comunidades autónomas y universidades distintas. Porque, en cierta medida, existen unos rasgos comunes y otros específicos. Los tres artículos que siguen son una muestra representativa, aunque por supuesto incompleta, de estas visiones y realidades variopintas.
