El presente texto reflexiona sobre las formas de control, autoridad y ejercicio del poder que los nha-nhú u otomies han construido para atenuar o superar las deficiencias del sistema federal mexicano de justicia. Apoyando en el enfoque centrado en el actor, el autor demuestra la vitalidad y el funcionamiento del sistema indígena de justicia, a través de un accidente automovilístico en la región otomí del Valle del Mezquital, Hidalgo (México). El caso confirma el funcionamiento de sistemas de procuración de justicia híbridos, no antagónicos y adaptados a la cultura política local y regional en el país.