Durante la época escolar, entre los grados séptimo y noveno, cuando estamos cursando la asignatura de biología, llegamos al tema de las células eucariotas y procariotas. Estudiamos sus características y la mayoría de veces terminamos haciendo un cuadro comparativo entre ellas. En mi caso, recuerdo que tenía una página para las semejanzas y otra para las diferencias. Más adelante, cuando cursaba la asignatura de virología en la universidad, la tarea fue recordar aquellos datos e incluir a los virus para poder encontrar semejanzas y diferencias con las células. El gran impacto lo tuve cuando hallé muy pocas semejanzas y muchas diferencias, lo cual no es tema de este artículo. Pues bien, para escribir este texto resolví remitirme de nuevo a aquellas páginas e incluir una columna más: la de los virus informáticos.