Antes de abordar el tema quisiera hacer algunas aclaraciones que considero pertinente tomar en cuenta a la hora de presentar estas reflexiones personales, que nacen de un profundo respeto por quienes pensaron en la posibilidad de crear centros de este tipo y por quienes aportaron lo necesario para hacerlo. Pero también por quienes, durante 52 años, han hecho posible que se mantenga este espacio privilegiado para la educación de personas jóvenes y adultas.