En este artículo me propongo, en primer lugar, mostrar algunos de los principales planteamientos sobre la teoría de las inteligencias múltiples de H. Gardner y, en segundo lugar, resaltar el papel y la importancia de la teoría de inteligencia emocional de D. Goleman, para aplicarla de manera concreta en el campo de la formación humana y la vida universitaria de los futuros profesionales. Esto nos recuerda que la Universidad no solamente se encarga de formar científicos, sino que su responsabilidad social también la compromete en formar seres "humanos" capaces de convivir y construir sociedad.