El tema de la espiritualidad en la producción teológica de Gustavo Gutiérrez constituye la columna vertebral de su pensamiento. La espiritualidad se fundamenta en una experiencia de encuentro con Jesús y se expresa en una forma de vida, una manera de ser y de estar. La espiritualidad es el dinamismo que invita y llama al cristiano a vivir según el Espíritu y a reconocer en Jesús la fuente y posibilidad de caminar bajo la acción del Espíritu. Asimismo, la espiritualidad se evidencia mediante una vida en comunidad, en solidaridad y compromiso especialmente con los pobres y marginados. En sus obras, Gutiérrez señala dos aspectos fundamentales de la espiritualidad: por una parte, la Revelación, el hecho salvífico, la gracia, el don, la iniciativa divina de encuentro; por otra parte, el proceso humano subjetivo de conversión, de apertura a la acción de Dios y a la apropiación personal de una vida en solidaridad y entrega.