I. Que se entiende por educación y cuáles son las condiciones del educador p.14. -- II. La gran batalla entre el catolicismo y sus enemigos se esta librando en el campo de la educación p.18. -- III. Las dos grandes y antitéticas corrientes, la católica y la naturalista, que se disputan la formación espiritual de las nuevas generaciones p.21. -- IV. Para ir a puntos opuestos no se puede seguir la misma dirección p.24. -- V. Ideas fundamentales de ambas escuelas p. 31. -- VI. Conducta de los educadores católicos ante la inevitable lucha p.37. -- VII. Interesantes preguntas incontestables acerca del confusionismo p.43. -- VIII. ¿Qué hacer? En general lo contrario de lo patrocinado por nuestros enemigos p.51. -- IX. Absurda deificación de la cultura p.59 -- X. No exageramos p.66. -- XI. Observaciónes al diabólico plan p.81. -- XII. No somos opuestos a método alguno, siempre que sea adecuado al fin p.92. --XIII. Efectos de una debilidad de algunos católicos explotada por el adversario p.101. -- XIV. El católico no necesita buscar fuera elementos educadores; los tiene insuperables en casa p.104. -- XV. El árbol se conoce por los frutos p.115. -- Ampliación de algunos conceptos indicados en el trabajo anterior: XVI. La superstición intelectualista y el equívoco de la cultura en la educación p.129. -- XVII. Los <<sabios de Sión>> laboran por todos los medios en contra de una formación seria de los cristianos p.139. -- XVIII. Efectos de haber abandonado en la educación las directrices genuinamente católicas p.150. -- XIX. Positivismo y egoísmo individuales y colectivos p.166. -- XX. Misión fundamental del Estado p.172. -- XXI. El confusionismo de <<la pacificación de los espiritus>> p.184. -- XXII. La sociedad mod p.191.
