Las cuestiones abiertas a las que remite este tema se podrían dar por resueltas después del debate celebrado en Múnich en enero de 2004 entre Jürgen Habermas y el cardenal Joseph Ratzinger, debate que puso de manifiesto la existencia de conformidad en puntos esenciales. Ya sólo se trataría, entonces, de dar a conocer la nueva situación de ideas compartidas en el marco de la disposición recíproca de razón y fe a aprender, y de hacerlas resaltar en los debates en curso. Pero ya la distinta valoración del punto de vista defendido por el nuevo Papa (que, por ejemplo, oscila entre la “obsesión del universalismo” y la crítica a su referencia a la validez únicamente relativa de las normas universalistas tal como las contiene el derecho natural) 1 permite suponer que a la literalidad aparentemente idéntica de conceptos clave como “razón” y “fe”, “universalismo”, “derecho” y “verdad” no corresponden necesariamente contenidos idénticos.
