La cuestión de la religión es un tema importante en el ámbito de investigación de la China comunista. Para resolver su crisis de legitimación, el Partido Comunista Chino (PCC) inició una política de apertura y reforma tras la Revolución Cultural. Como consecuencia, la relación entre el PartidoEstado y la sociedad ha sufrido una drástica reestructuración. El veloz desarrollo de la religión desafió, implícitamente, al Partido Comunista a repensar el modo en que el Partido-Estado debería integrar las religiones con el socialismo chino en una época nueva. En este artículo usamos la frase “adaptación mutua de la religión y el socialismo” como marco analítico, centrándonos en el modo en que éste sustituyó a la idea de Karl Marx de que “la religión es el opio del pueblo” y examinando el trasfondo y contenido de esta nueva teoría.
