La introducción de la cultura DIY en la universidad se enfrenta a diversos desafíos. El primero de ellos es cómo viven profesorado y estudiantes una filosofía que los sitúa en un plano colaborativo ante el aprendizaje. La experiencia llevada a cabo en la Universidad de Barcelona detecta cierta inseguridad en ambos colectivos, poco acostumbrados a encajar en un modo de hacer por iniciativa propia y autodirigido.