El autor escribe su elogio de la teología, dirigido a estudiantes de la carrera teológica, a estudiantes de teología en carreras no teológicas, y a creyentes y no creyentes inquietos: ¿Vale la pena estudiar esta disciplina? ¿Cuáles son las razones y pasiones que sostienen en el camino? ¿Se puede estudiar teología desde el apasionamiento vital? A lo largo de 7 hitos, el autor quiere mostrar que estudiar teología puede ser una aventura apasionante. No se trata de un artículo de erudición para teólogos, sino de un artículo provocador para estudiantes y, quizás, sus profesores.